Seis días en Villa Caunedo, naturaleza, diversion y descanso.

Hace unos días decidimos lanzarnos a una experiencia diferente en familia: pasar seis noches en Villa Caunedo, un acogedor alojamiento en el corazón del Parque Natural de Somiedo, en Asturias. Queríamos desconectar de la rutina y disfrutar de naturaleza, cultura y buenos momentos juntos. Aquí os cuento nuestra experiencia.

Día 1: Llegada a Villa Caunedo

Llegamos por la tarde, emocionados de descubrir nuestro nuevo hogar por unos días. Villa Caunedo nos conquistó desde el primer momento: una mezcla perfecta de encanto rústico y comodidades modernas. Mientras los niños corrían por el jardín y exploraban las zonas exteriores, nosotros organizamos una cena rápida en la cuadra rehabilitada. Cerramos el día relajándonos en la terraza, rodeados del silencio y la paz del entorno.

Día 2: Naturaleza en Estado Puro

Nuestro segundo día fue pura naturaleza. Por la mañana nos fuimos a hacer la ruta a la Braña de Mumian, un paseo ideal para los peques. Ver las cabañas de teito fue como viajar al pasado, y no faltó nuestro picnic al aire libre, rodeados de montañas y aire puro. Por la tarde, visitamos el Centro de Interpretación de Somiedo, donde los niños fliparon aprendiendo sobre los osos pardos y la fauna local. Para rematar el día, preparamos pizzas en el horno de leña de Villa Caunedo. Nos lo pasamos genial: amasando la masa, eligiendo los ingredientes y disfrutando de nuestras propias creaciones.

Día 3: Un Viaje Cultural

Decidimos que tocaba un poco de historia. Por la mañana visitamos el Museo Etnográfico de Somiedo, en Veigas. Los peques estaban encantados viendo cómo vivían los pastores de antaño. Por la tarde, volvimos a Villa Caunedo para relajarnos. Mientras los niños jugaban en el jardín, nosotros nos acomodamos frente a la chimenea del Refugio del Oso. Por la noche, organizamos una sesión de cine en familia con la pantalla de proyección.

Día 4: Arena, Mar y Cultura

El cuarto día pusimos rumbo a la costa. La Playa de Aguilar nos recibió con su encanto natural: los niños no pararon de construir castillos de arena y jugar en la orilla. Para comer, nos dimos un homenaje en Casa Consuelo, en Luarca, donde probamos un pescado fresco espectacular. De regreso, hicimos una parada en Avilés para visitar el Centro Niemeyer. Los peques alucinaban con la arquitectura moderna, y nosotros disfrutamos paseando por el casco antiguo. Fue un día redondo.

Día 5: Avistamiento de Fauna y Tradiciones

Este día fue especial. Nos apuntamos a una ruta guiada para el avistamiento de osos pardos y aves rapaces. Los niños estaban emocionadísimos cada vez que veíamos algún animal, y aprendimos un montón sobre la biodiversidad de la zona. Al mediodía comimos en La Corte, en Villar de Vildas donde las croquetas caseras triunfaron entre los más pequeños. Por la tarde, exploramos pequeños pueblos con hórreos tradicionales, y ya de vuelta en Villa Caunedo, encendimos la barbacoa exterior. Nos dimos un festín de chorizos y carnes asturianas de primera, regado con buena sidra. La cena bajo las estrellas fue el broche perfecto para un día inolvidable.

Día 6: Despedida en los Lagos de Saliencia

Nuestro último día lo dedicamos a los Lagos de Saliencia. Las vistas eran espectaculares, y los peques se lo pasaron en grande recogiendo piedras y explorando los alrededores. Para despedirnos de la mejor manera, almorzamos en el Restaurante-Hotel Picos Blancos, un reconocido hotel y restaurante de montaña situado en pleno corazón de La Cueta de Babia. Allí disfrutamos de una comida deliciosa, el cierre perfecto para nuestra aventura. Por la tarde, volvimos a Villa Caunedo para preparar maletas y relajarnos antes de partir.

Una Experiencia para Recordar

Nuestra estancia en Villa Caunedo fue mucho más que unas simples vacaciones. Cada día tuvo su propia magia, mezclando diversión, aprendizaje y momentos de calidad en familia. Si buscáis desconectar y conectar con la naturaleza, este rincón de Asturias es el lugar perfecto. ¡Volveremos seguro!