El refugio somedano de Francis Lawrence, el director de la última película de la saga Los juegos del hambre.
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- 15 sept
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El rodaje de la última película de la taquillera saga "Los juegos del hambre" ha tomado este verano el concejo de Somiedo. Alrededor de trescientas personas participaron en este multimillonario proyecto que ha supuesto un despliegue logístico sin precedentes en el concejo somedado. Una parte del equipo, de alrededor de trescientas personas, se estableció en un improvisado campamento en Pola de Somiedo, otra se tuvo que repartir por el resto del concejo e incluso por municipios próximos. En el caso del director, Francis Lawrence, la productora, Nina Jacobsen, y sus tres más estrechos colaboradores, eligieron la localidad de Caunedo, alejados del bullicio de la capital del concejo somedano.
Miguel Palacio Hurle y su mujer, Mónica Lorences Lomas, regentan Villa Caunedo, un complejo de turismo rural que acaba de abrir sus puertas en Somiedo y que el equipo tuvo alquilado de manera íntegra hasta este sábado. Su refugio permaneció en secreto y solo ahora, tras su marcha, sus propietarios hablan de la experiencia: "Para nosotros es motivo de orgullo que nos hayan escogido entre toda la oferta del concejo y estamos supercontentos".
Este complejo vacacional con capacidad para catorce personas abrió sus puertas recientemente y sus dueños no pueden estar más contentos de que haya sido de la mano del director de una superproducción de Hollywood. De hecho, ya piensan en instalar un cartel que recuerde la estancia del equipo. Villa Caunedo cuenta con varias estancias y espacios comunes y también con una edificación muy singular: se llama "El Refugio del Oso" y fue el lugar donde se hospedó el director austriaco-estadounidense Francis Lawrence, encargado de dirigir un proyecto que llevará a Hollywood toda la magia del Parque Natural de Somiedo.
Cercanía
Mónica Lorences Lomas y su familia, que viven parte del año en Londres y dominan el inglés, pudieron compartir algunos momentos con los profesionales. Incluso Miguel Palacio Hurle tuvo el detalle de llevarles sidra y escanciarles unos culinos durante una de las visitas. "Es gente supercercana. El director me contó que le encanta la zona y le gustaron nuestras instalaciones por ser diferentes. El feedback que hemos tenido ha sido muy bueno y estamos satisfechos", apunta Palacio, que también envió de regalo unas botellas de Vino de Cangas, pues sabe que Lawrence entiende de vinos.
"Caunedo está a cuatro kilómetros de Pola, donde había mucho bullicio. Esta ubicación les permitió estar cerca de todo y, a la vez, aislados porque nadie sabía que estaban aquí", añade el empresario hotelero, que confirma que el equipo llegó a Caunedo el 21 de julio y allí tenían previsto estar de manera ininterrumpida hasta ayer, sábado 30 de agosto. Sin embargo, los incendios que afectaron a Somiedo trastocaron un poco los planes del equipo, que, en la recta final del rodaje, se trasladó a Oviedo por cuestiones de seguridad. Si bien es cierto que Caunedo estuvo a salvo en todo momento del fuego "gracias a todos los efectivos y bomberos desplegados en la zona que hicieron un trabajo increíble estando de guardia incluso por las noches", subrayan.
Rutina de rodaje
Durante los días de rodaje en Somiedo, el equipo de dirección y producción salía de Caunedo en torno a las siete u ocho de la mañana y no regresaban hasta aproximadamente las seis de la tarde. Aprovechaban el espacio común que tiene el complejo para reunirse con otros técnicos alojados por los alrededores. Además, el equipo de Caunedo tenía contratada a una cocinera de la zona que les llevaba la comida a diario.



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